Un nuevo día comenzó. Sofía, Alex y Julieta se juntaron en la plaza del pueblo y decidieron poner en marcha su nuevo plan. Comenzaron visitando todas las casas de los campesinos que estaban involucrados en el problema. Todos ellos parecían estar de acuerdo con lo que los tres muchachos les proponían.
Para dar a conocer el plan, quedaron todos los campesinos en la taberna del pueblo. Cuando por fin estuvieron todos reunidos comenzaron la reunión. Pronto las discusiones tomaron un alto volumen. Todos los campesinos querían hablar al mismo tiempo y ninguno callaba, hasta que Sofía pegó un silbido De pronto, la taberna quedó totalmente en silencio.
-Nada solucionamos con discutir entre nosotros.- gruño Sofía.- Tenemos que calmarnos. Si no nos ponemos de acuerdo entre nosotros, como vamos a juntarnos para desafiar a los reyes.
- Para vosotros es muy fácil decirlo, sois jóvenes y no tenéis nada que perder.- comentó Rosa, una de las campesinas.- Pero nosotros tenemos una familia que alimentar, y si nos enfrentamos a los rey podríamos perderlo todo.
- No se trata de eso, Señora Rosa.- dijo Julieta intentando calmar a los campesinos.- Aunque nosotros no tengamos que mantener una familia también podemos perderlo todo. Pero eso no es razón para que no debamos luchar. Trabajamos el doble y cada día es más duro.
- Tenéis razón, podemos perder todo lo que hemos conseguido hasta ahora con nuestro esfuerzo, pero si no hacemos nada y seguimos así, será peor.- comentó Alex.- Pensad que si esto continua, los trabajos cada vez serán mayores y más duros.
- Yo opino que deberíamos enfrentarnos a los reyes. Mi padre no podrá aguantar mucho más trabajando a este ritmo.- dijo Ana María, la hija de Rosa.
- Los jóvenes de estos tiempos no hacen más que pensar en peleas y venganzas. No creo que consigamos nada enfrentándonos a los reyes.- contestó Amanda.- Ellos tienen un gran poder sobre todos nosotros. Podrían incluso encerrarnos en las mazmorras.
- Esta mañana cuando fuimos a vuestras casas dijisteis que harías lo que fuera para tener una vida mejor. ¿Qué es lo que ha ocurrido que ahora salen tantas dudas?- preguntó Sofía un poco enfadada.
- No os enfadéis, muchachos, pero lo hemos estado pensando y no creo que enfrentando a los reyes solucionemos nada. Si las cosas son así, deberíamos resignarnos.- respondió Casandra.
- Además, no pienso poner en peligro a mi familia. Sabemos que los reyes son muy orgullosos y vengativos. Mejor dejar las cosas como están y rezar para que no pase nada malo.- terminó diciendo Jose.
La discusión terminó. Los campesinos no estaban dispuestos a correr el riesgo de perder todo lo que habían conseguido con su esfuerzo durante todos los años que habían vivido en el reino. El miedo a las represalias que pudieran tomar los reyes en su contra se había apoderado de los campesinos que tenían familia. Pero Sofía, Alex, Julieta y Ana María, no quedaron satisfechos con el resultado de la discusión. Ellos creían que el enfrentamiento era necesario para cambiar las cosas en el reino.
CONTINUARA...