REBELIÓN EN EL REINO PARTE IV

Un nuevo día comenzó. Sofía, Alex y Julieta se juntaron en la plaza del pueblo y decidieron poner en marcha su nuevo plan. Comenzaron visitando todas las casas de los campesinos que estaban involucrados en el problema. Todos ellos parecían estar de acuerdo con lo que los tres muchachos les proponían.

Para dar a conocer el plan, quedaron todos los campesinos en la taberna del pueblo. Cuando por fin estuvieron todos reunidos comenzaron la reunión. Pronto las discusiones tomaron un alto volumen. Todos los campesinos querían hablar al mismo tiempo y ninguno callaba, hasta que Sofía pegó un silbido  De pronto, la taberna quedó totalmente en silencio.

-Nada solucionamos con discutir entre nosotros.- gruño Sofía.- Tenemos que calmarnos. Si no nos ponemos de acuerdo entre nosotros, como vamos a juntarnos para desafiar a los reyes.

- Para vosotros es muy fácil decirlo, sois jóvenes y no tenéis nada que perder.- comentó Rosa, una de las campesinas.- Pero nosotros tenemos una familia que alimentar, y si nos enfrentamos a los rey podríamos perderlo todo.

- No se trata de eso, Señora Rosa.- dijo Julieta intentando calmar a los campesinos.- Aunque nosotros no tengamos que mantener una familia también podemos perderlo todo. Pero eso no es razón para que no debamos luchar. Trabajamos el doble y cada día es más duro.

- Tenéis razón, podemos perder todo lo que hemos conseguido hasta ahora con nuestro esfuerzo, pero si no hacemos nada y seguimos así, será peor.- comentó Alex.- Pensad que si esto continua, los trabajos cada vez serán mayores y   más duros.

- Yo opino que deberíamos enfrentarnos a los reyes. Mi padre no podrá aguantar mucho más trabajando a este ritmo.- dijo Ana María, la hija de Rosa.

- Los jóvenes de estos tiempos no hacen más que pensar en peleas y venganzas. No creo que consigamos nada enfrentándonos a los reyes.- contestó Amanda.- Ellos tienen un gran poder sobre todos nosotros. Podrían incluso encerrarnos en las mazmorras.

- Esta mañana cuando fuimos a vuestras casas dijisteis que harías lo que fuera para tener una vida mejor. ¿Qué es lo que ha ocurrido que ahora salen tantas dudas?- preguntó Sofía un poco enfadada.

- No os enfadéis, muchachos, pero lo hemos estado pensando y no creo que enfrentando a los reyes solucionemos nada. Si las cosas son así, deberíamos resignarnos.- respondió Casandra.

- Además, no pienso poner en peligro a mi familia. Sabemos que los reyes son muy orgullosos y vengativos. Mejor dejar las cosas como están y rezar para que no pase nada malo.- terminó diciendo Jose.

La discusión terminó. Los campesinos no estaban dispuestos a correr el riesgo de perder todo lo que habían conseguido con su esfuerzo durante todos los años que habían vivido en el reino. El miedo a las represalias que pudieran tomar los reyes en su contra se había apoderado de los campesinos que tenían familia. Pero Sofía, Alex, Julieta y Ana María, no quedaron satisfechos con el resultado de la discusión. Ellos creían que el enfrentamiento era necesario para cambiar las cosas en el reino.

CONTINUARA...

REBELIÓN EN EL REINO PARTE III

Entre los campesinos que habitaban el reino, destacaban tres amigos, Alex, Sofía y Julieta. Todos les conocían gracias a que siempre iban juntos a todos los lados y cuando alguien tenía algún problema siempre ofrecían su ayuda. Eran los únicos campesinos en el reino que eran capaces de retar a los reyes, ya que no tenían miedo a sus represalias. Una tarde quedaron en la taberna del pueblo para comentar la situación que invadía el reino.

- Yo creo que deberíamos hacer algo.- dijo Julieta.- No es posible que sigamos trabajando tanto. Además, desde que esos tres hermanos llegaron, las relaciones entre todos nosotros ha cambiado.

- Si, tenemos que hablar con los reyes- contestó Alex- Esto no puede seguir así.

- No. No podemos ir a discutir con los reyes porque las reinas Eleonor y Clarisa mantienen una relación muy grande con esos muchachos.- dijo Sofía mientras se sentaba en la silla- Si queremos solucionar las cosas, debemos hacerlo nosotros.

- Sí, tienes razón, pero no es tan sencillo. Nosotros solos no creo que podamos hacer nada. Necesitamos más ayuda.- sugirió Alex.

- Podemos pedir ayuda a los demás vecinos.- dijo Julieta- Además ellos también están metidos en este problema.

- Mañana entonces iremos por las casas a comentarles nuestro plan, si es que se nos ocurre alguno.- propuso Sofía.

Los tres amigos estuvieron en la taberna pensando en como podían solucionar su problema. Un problema que afectaba a todo el reino y que nadie tenía intención de arreglar. Pasaron toda la tarde allí, hasta que el camarero les dijo que se marcharan a casa que ya era tarde y tenían que cerrar.

A la mañana siguiente pondrían en marcha su nuevo plan. Necesitaban ayuda y esperaban poder encontrarla en los vecinos y amigos. 

CONTINUARÁ...

REBELIÓN EN EL REINO PARTE II

Todo comenzó un día soleado, cuando un grupo de campesinos llegó al reino en busca de trabajo. Llamaron a la primera casa que se encontraron. Una mujer alta, de pelo castaño les abrió la puerta y les invitó a pasar.

- Bienvenidos. Mi nombre es Laureen. ¿Desean tomar algo?

- No, gracias. Estamos bien. Mi nombre es Carlos y estos dos son mis hermanos, el mayor Andrés, y el pequeño Luis. Hemos venido para empezar una nueva vida en este reino. Los rumores dicen que aquí se vive muy bien y que las relaciones con tus vecinos son agradables.

-Así es. Todos somos muy amigos en este lugar. Hasta el momento no hemos tenido ningún problema con nuestros vecinos, y nuestros reyes están muy contentos con nuestro trabajo.

- ¿Cómo podemos llegar al palacio para hablar con los reyes?

- Es muy sencillo. Sigan el camino que sube por el bosque y al finalizar éste, verán el palacio. Allí encontrará a las personas que desea.

- Muchas gracias. Ya nos veremos.

Los tres muchachos salieron de la casa de Laureen y se pusieron en marcha. Mientras caminaban dirección al palacio, se encontraron con todos los vecinos. Conocieron a todos los campesinos que vivían al lado del camino. Todos ellos les saludaron con amistad.

Tras varias horas de trabajo, la reina Clarisa apareció en el campo con los tres muchachos para anunciar que serían los nuevos vecinos. Los tres muchachos fueron recibidos de forma cariñosa por todos los habitantes.

Los días pasaron y las relaciones entre los vecinos comenzó a cambiar. Ya no hablaban con tanta regularidad y apenas quedaban para ir al pueblo a tomar un café. Hasta las relaciones con los reyes había cambiado. Las reinas Clarisa y Eleonor cada día iban a casa de Carlos, Andrés y Luis, los cuales las atendían con mucha amabilidad.

Mientras las relaciones de Clarisa, Eleonor, Carlos, Andrés y Luis aumentaban, los demás campesinos se quejaban de que según pasaban los días, sus trabajos aumentaban de forma considerable. Los tres hermanos aprovechaban la amistad de las dos reinas para no trabajar, lo que provocaba que los demás campesinos tuvieran que trabajar sus tierras por orden de sus reyes.

CONTINUARA...

REBELIÓN EN EL REINO PARTE I

Hace tiempo existía un reino en el que todos los habitantes eran gobernados por cuatro hermanos, a los que se les conocía como los "Reyes Supremos". El mayor de los cuatros era un hombre  llamado Juan Pedro. Era un hombre bajito de pelo canoso. Vestía siempre con ropa de marca y adecuada a su estilo de vida. Este hombre era una buena persona, pero había veces en las que  aburría a sus habitantes con sus lagos discursos.

Las otras tres hermanas tenían la misma edad. A pesar de su parentesco, las tres eran totalmente diferentes, tanto por el físico como por su personalidad. Eleonor eran una mujer de estatura media, de pelo oscuro y de cara poco agraciada. Su apariencia cambiaba según el día, es decir, no siempre vestía con la ropa adecuada a su clase social, sino que en ocasiones vestía como una simple campesina. Eleonor estaba embarazada de un hombre de otro reino que la dejó plantada en el altar. Siempre había sido una mujer de pocas palabras, pero desde ese día ya no hablaba con nadie. Los habitantes del reino estaban cansados de ella, ya que en los anuncios del reino no se enteraban de nada de lo que Eleonor hablaba.

Clarisa era otra de las hermanas. Era una mujer alta, de pelo castaño y con algunos defectos visibles en su físico. Al contrario que su hermana, Clarisa procuraba vestirse siempre con ropas de marca para destacar su clase social. Lo que Clarisa no parecía entender era que sus vestidos y su ropa llamaban mucho la atención sobre los demás habitantes del reino. A pesar de lo bien que comunicaba los anuncios importantes a los habitantes, su orgullo había creado un mal ambiente en algunos grupos de campesinos del reino.

La última hermana era Catherin. De estatura media, pelo castaño, más claro que su hermana Clarisa, era la hermana mas bella de las tres. Catherin vestía siempre elegante y sin llamar la atención. Al contrario que sus hermanas, se había ganado el afecto de todos los habitantes del reino y era respetada por todos. Sus anuncios ante el pueblo se entendían perfectamente gracias a su don de palabras y a su calidez.

La actividad del reino se dividía entre los campesinos. Cada campesino tenía las mismas funciones que los demás, con la diferencia de que cada campesino tenía su propia parcela y cultivaban diferentes productos. La tranquilidad invadía el reino y todos los habitantes tenían una amistad grande y fuerte. Pero como en todos los reinos, la armonía no duró mucho.

CONTINUARA...

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